He recibido un mail, de parte de un anónimo español; en la que me califica de envidioso del desarrollo económico de España; según él, octava potencia en el mundo actual. Me parece bien, que así sea; aunque, considerando toda la riqueza que se llevaron de América y otras partes del mundo, debiera ser la primera. Señor anónimo español, usted no me ha entendido; yo no estoy contra el desarrollo de su país; todo lo contrario, eso me alegra. Estoy en contra de los abusos, que en España, se comete contra ciudadanos sudamericanos que van allá, a trabajar (muchos de ellos, por invitación del gobierno español) en oficios, que ahora, a ustedes, les parece despreciables. Eso sí digo, que el haber salido del sótano, parece que a obnubilado a muchos españoles; por lo general, vagos y policías que abusan de los emigrantes. Señor anónimo español, sepa que nosotros los sudamericanos, pese a toda la explotación de que somos objeto; el día que acabemos con nuestros políticos venales, seremos también potencia económica. Recursos materiales, son lo que nos sobra; no somos el Sahara ni Bangla Desh. Cuando eso ocurra, tendremos a bien, recibir a usted o a sus descendientes; con los brazos abiertos y no los vejaremos, en forma alguna.
Gracias por su comunicación y…hasta siempre.
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