A LOS PICAROS, DÍGANLES ¡NO!-------------------------------------------------------

Hacen ya algunos años, el hoy difunto presidente venezolano Hugo Chávez, llamó públicamente al, entonces, nuestro presidente García Pérez: “Ladrón de cuatro esquinas”. No recuerdo, que este calificativo fuera respondido. Hace un par de días, el senderólogo señor Carlos Tapia  en una entrevista, en el canal “N” dijo de la misma persona, que era un “Pícaro”; solo le faltó agregar, de siete suelas y, parece que el señor Tapia  tiene toda la razón. Pues nuestro ex presidente, ha salido bien librado de muchísimas acusaciones: La extraña venta de los aviones Mig, el tren eléctrico, el dólar MUC, la venta fraudulenta del Aeropuerto de Collique, la desaparición de los UBS (caso petro-audios), el caso de los colegios emblemáticos, hospitales, medicamentos- con su ministro, ese otro pícaro, Garrido Lecca - el caso de los narco-indultos; etc. etc. Siempre encuentra un carnero o búfalo que paga por sus culpas (Mantilla, Chinguel) Se sabe, también, que cuando fue Secretario General del Apra, traicionó a don Andrés Townsend, beneficiando a Alejandro Villanueva en una elección interna, para ser candidato de una elección presidencial. Todos fuimos testigos, de la inmoralidad que cometió con su legítima esposa, presentar públicamente, al fruto de su traición conyugal. Toda esta retahíla, de cosas feas, oscuras y algunas probadas, ¿no creen ustedes, que descalifican totalmente a este ciudadano, a presentarse como candidato a la presidencia, en las próximas elecciones?

Todos los pícaros políticos que nos han gobernado y, quieren seguir gobernando; se aprovechan de la candidez, de la mayoría, del pueblo peruano. Todo empezó, con la llegada de 168 españoles piojosos y muertos de hambre, que apresaron a Atahualpa en presencia de su ejército de más de cinco mil hombres; posiblemente incautos y algo cobardes. Actualmente se dice que nuestro pueblo no tiene memoria o bien, “no importa que sea un ladrón, pero que haga obra” y dejamos que vuelva el pícaro, una y otra vez  y…que siga engordando.

¡Compatriotas! Creo llegada la hora de buscar para presidente, una persona joven, honesta en todo el sentido de la palabra y démosle la espalda a los inmorales políticos, que todos conocemos. No volvamos a comportarnos, como los soldados de Atahualpa. ¡ Ya no somos incautos ni cobardes!…¿Verdad?

LOS SEMPITERNOS CANDIDATOS A LA PRESIDENCIA-------------------------

A Los sempiternos candidatos a la presidencia: García Pérez, Toledo Manrique y Keiko Fujimori, parece haberse sumado Kusinski Godart conocido como PPKK; de quien se dice tiene nacionalidad norteamericana. De ganar la elección, se pondría totalmente al servicio de USA, de hecho, se rumorea, que actualmente, es un servil peón de los gringos. De los otros, ¿qué sabemos? García ya fue dos veces presidente, sabemos también que entró “calato”  e hizo un primer gobierno desastroso; el peor que hemos tenido y, se dice, que ahora es millonario; ¡Milagros de la política!, dicen algunos. (Mulder, Quesquén, Del Castillo) Para la mayoría, tales milagros tienen otros nombres bastante feos, narcoindultos, coímas; etc.etc. Yo, me pregunto. El partido aprista, con más de ochenta años de vigencia en la política, que en muchas ocasiones ha hecho pactos vergonzosos, “con Dios o con el Diablo”; ¿no puede encontrar otro candidato, algo más decente, que saque a flote las ideas de Haya de la Torre; que al decir de viejos apristas, era un Cristo de la política peruana? Aunque oí decir a otros, que por supuesto, no eran apristas; que el señor Haya en Europa, se daba la gran vida, alojándose como hacen los magnates, en hoteles de 5 estrellas. ¿…? Toledo es un mediocre, borrachín y mentiroso. Cualquiera, por simple deducción sabe de dónde tiene el dinero, con el que compra propiedades, a nombre de su suegra. Si por un azar del destino, saliera elegido, se cumpliría ese aforismo que dice: “Todo pueblo, tiene el gobierno que se merece”. La hija del japonés Fujimori ¿está preparada para gobernar? Pues…¡NO! A pesar que el darle instrucción superior, nos ha costado un dineral, la señora no tiene talento y "lo que Natura, no da, Salamanca no presta".

LA VERDADERA LABOR DEL GOBIERNO, CON NUESTROS COMPATRIOTAS DE PUNO------------------------------------------------------------------

Cuando se escribe sobre  sobre ciertos asuntos candentes, muchas veces, a quien lo hace; lo tildan de egoísta. Pero, el decir la verdad; es lo que  verdaderamente importa.  En el presente caso se trata del famoso “friaje” en algunas zonas de Puno.  Que el gobierno acuda con ayuda, es una acción muy laudable; pero eso no debe convertirse en un eterno hábito. Esos compatriotas nuestros, deben aprender a cuidarse por sí mismos. Ellos, durante cierta época del año, se dedican a festejar a la “mamacha Candelaria” y no lo hacen  con simples rezos, sino que gastan ingentes cantidades de dinero, en costosos disfraces, pagar y alimentar bandas de músicos  y, olímpicas borracheras, para todos. Al final, de todo ello, no sacan ningún provecho. Lo que el gobierno debiera hacer es, “no regalarles pescado; sino, enseñarles a pescar.” Los ministerios, respectivos, debieran enviar ingenieros, que les enseñen a construir sus viviendas de paredes gruesas, hechas de adobes- de barro y paja- Techado de paja tejida y, sobre ella, calamina de zinc; ya que, sólo la calamina, convertiría la vivienda en un congelador. Además el techado debe tener suficiente “caída” para que allí, no se deposite la nieve. Que construyan, también, refugios techados para su ganado y depósitos para guardar abundante pienso, para alimentarlos mientras duran las nevadas. Otra cosa, el gobierno debe proporcionarles suficientes postas médicas, atendidas por personal idóneo.  También, el ministerio de Agricultura, debe darles asistencia técnica para el cultivo de granos, como la quinua, que actualmente está muy bien cotizada en el mercado  y, para el cuidado de las ovejas, alpacas y demás ganado que allí, debiera criarse en abundancia. Si hicieran lo que aconsejo, nunca más; pasaran frió ni hambre y… todos, viviremos felices.