lunes, 29 de octubre de 2007

CONTRA EL POPULISMO POLITICO

Después de leer lo que hoy escribo, mucha gente puede pensar que soy un egoísta y hasta mezquino. Pero puedo asegurar, que lo ‘único que hago es decir la verdad; monda y lironda. Alguien dijo ya, “soy amigo de mis amigos pero, más amigo de la verdad”. Empezaré, diciendo que gobernar es predicar con el ejemplo, es crear industrias y por lo tanto; trabajo para el pueblo, es darle a este, educación, salud, construir puentes carreteras; etc. Etc. Pero antes que nada acabar con la corrupción y los malos manejos del dinero público. El partido aprista, actualmente en el poder, fue fundado hace más de 70 años, su líder y fundador fue el señor Víctor Raúl Haya de la Torre; quién, desde muy joven se alineó con los mas necesitados; dicen que tuvo un desempeño preponderante en la lucha por las ocho horas de trabajo. Luego, viajó mucho, fuera del Perú, y en su deambular por los países europeos se empapó de las nuevas ideas políticas; predominantes en aquellas latitudes. De regreso a nuestra patria, escribió libros sobre política; donde el argumento predominante era la lucha, de su partido, contra el imperialismo yanqui. Si viviera, en la actualidad, ¿Qué diría, de la línea que sigue su partido? No sé si en los planes de don Víctor Raúl estaba el ser presidente del Perú, pero cuando tuvo la oportunidad de llegar a serlo, ganando unas elecciones, declinó a favor de Manuel A. Odría, general que lo humilló poniendo fuera de la ley a su partido y quitándole a él, la nacionalidad peruana. Esta “generosa o tal vez pusilánime” actitud del líder aprista, sirvió para que un grupo ambicioso de militares, sin disparar un solo cartucho, se hiciera del poder; retrasando, una vez mas, el desarrollo del país. En el APRA han militado muchos hombres talentosos y valientes; puedo citar a los señores Seoane, Towsend, Priale, Villanueva; etc. etc. Pero ese partido, desde su fundación hasta el día de hoy; siempre creyó en un Mesías. Lo cual, no me parece democrático. Por otro lado, en los 70 años de existencia, no han desarrollado un plan de gobierno coherente con las ideas que pregonan, antes de ser elegidos. Cuando ya son electos para gobernar, como en la actualidad, un grupito de “sapos” se enquista en las alturas. Y… ¿qué de los militantes? Supongo, que en un partido político habrán profesionales, capaces de desempeñar alguna cartera ministerial. ¿Dónde están? Pues… ¡Vaya usted a saber! Por lo visto, el gobierno, funciona por inercia e improvisación. Cuándo el partido aprista está en la oposición, ¿cómo se comporta? ¿Colabora, para sacar adelante al país? Afirmaría, que no. Son expertos en poner piedras en el camino para lograr que el gobernante de turno fracase. Su especialidad es censurar ministros y pactar, aunque sea con el diablo, para retomar el poder. Cuando yo era muchacho, conocí gente que solo había estudiado parte de la primaria; ¡como sería de buena la enseñanza, en aquél tiempo! Que esas personas tenían una caligrafía y ortografía perfectas, eran honradas, educadas y hasta hablaban latín. ¿Cuándo, se malogró la enseñanza en el Perú? Cuando se empezó a aplicar el populismo político del APRA. Que la enseñanza primaria y técnica, sea gratuita; ¡magnífico! Que los mejores alumnos estudien gratis, en las universidades estatales, ¡muy bien! Pero, antes de efectivizar todo esto, pensemos: ¿Cuál es el costo y de dónde se va a conseguir el dinero necesario, para ello? ¿Qué se ha conseguido, con la gratuidad de la enseñanza a todo nivel? La respuesta, está a la vista de todos. Nuestra educación es de lo peor, tenemos maestros mal pagados y siempre descontentos; nuestra universidad, que se preciaba de ser la mas antigua de América y forjadora de profesionales muy capaces, se ha venido a menos. Todo esto puede corregirse, por el bien del Perú. ¿Cómo? Primero que nada dejando de aplicar medidas de populismo político; como esa de dar pensión de gracia a un grupo de “cigarras que pasaron su verano cantando y jaraneando; mientras las laboriosas hormigas se lo pasaron trabajando y guardando pan para el invierno” En pocas palabras, ¿es justo que un jubilado, que ha contribuido con la caja de pensiones durante 25 o más años, reciba una pensión de S/ 400.00; mientras el que se pasó la vida jaraneando y “chupando rico”, cobre S/ 1,000,00? Las pensiones de gracia, debieran ser solo para quienes hayan realizado alguna acción verdaderamente meritoria, o para los deudos, de quienes se inmolaron por la patria; salvo mejor parecer…digo yo. En estos días, en todos los medios, se viene diciendo que el fondo recaudado por canon, minero, petrolero, gasero o lo que fuere; se va a repartir entre la gente necesitada. ¡Señores del gobierno, dejen ya de humillar al pueblo! Con las migajas que le ofrecen, están matando su dignidad. El canon tiene otros objetivos; debiera repartirse entre todas las regiones para su desarrollo: dotarlos de agua y desagüe, hospitales, colegios, bibliotecas; etc. Además hasta se puede mejorar los sueldos de maestros y policías. ¿Verdad que sí?

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