He recibido el mensaje de “Somos Iguales”, acerca de lo que escribí, hacen varios meses, sobre el control de la natalidad. En ese artículo, yo no discrimino contra nadie; simplemente digo que el control de la natalidad debiera empezarse por los irresponsables que van “regando” niños indefensos, por doquiera que van. Esos pobres niños, hambrientos y harapientos llenan los albergues o se aventuran por las calles, extendiendo sus manitas en busca de caridad; algunos, los más grandecitos, hacen malabares frente a los automovilistas con la finalidad de ganarse una propina, que muchas veces, se lo niegan. Hay mil ejemplos más, de las peripecias que estos seres indefensos viven a diario; por culpa de padres irresponsables y un Estado indiferente, que si alguna vez hace algo al respecto, es lavarse las manos; cuando lo conveniente, en este y otros casos parecidos, es prevenir. ¿Cómo? Con responsabilidad, creatividad y sobre todo, con autoridad.
Ignacio, en referencia a lo escrito por mí sobre la in fraternidad de Chile para con Perú, Bolivia y Argentina, me escribe unas líneas, que las acepto en su justo valor. En mi nota, yo hablo de los aventureros que llegaron a Chile, años previos a la guerra, no de los caballeros que lo hicieron, después. Sin embargo Ignacio, quisiera que me respondas a las siguientes preguntas. ¿Por qué no devuelven su mar a Bolivia? ¿No sabes acaso, que los Israelitas recuperaron, las tierras que les habían sido robadas, después de 2,000 años? 130 años... no son nada. Más recuerda también, que cualquiera sea el tiempo que transcurra, el saqueado estará, siempre, al acecho; para recuperar sus bienes y el ladrón no vivirá en paz; pues su conciencia; le hará temer, hasta a su sombra. ¿No piensan igual… los Caínes de América?
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