Alguien, muy observador, lo dijo alguna vez y yo lo leí, no recuerdo si en “Leoplán”, “Caras y Caretas” u otra revista, que “en el mundo todo tiene su orto, su cenit y su ocaso”. Aunque, algunas veces, mucha gente y muchas cosas, alcanzan su nadir, sin nunca haber llegado a su cenit. Digo este intríngulis por que acabo de leer un artículo, escrito por uno de tantos críticos de la política internacional; quien afirma que el ocaso de “Yanquilandia” ha comenzado. Según dice, lo ha visto muy claramente, en la crisis económica que vive el coloso del norte, en la elección de un presidente de raza negra, ellos que siempre fueron (yo diría…que lo siguen siendo) los mayores discriminadores raciales; en el mundo. Además, dice este crítico, que los norteamericanos volverán de oriente como el perro del cuento, apaleados y con la cola entre las piernas. ¿Será? Que son los mayores consumidores de drogas y de alcohol, de todo el planeta. Que su vanidad y sus dólares, les hacen sentirse superiores a los demás y no toman en cuenta, para nada, sus orígenes de angurrientos invasores, aniquiladores de los pieles rojas y depredadores de la flora y fauna del continente; además, los que mayor contaminación lanzan a la atmósfera. A propósito, y esto lo digo por mi propia observación, parece ser que el ocaso de
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Hace 7 años
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