En el anterior gobierno de los apristas, se acusó al hoy, nuevamente, presidente del Perú, don Alan García Pérez, de ciertos negociados en provecho propio; entre ellos la venta de los aviones Mirage y la construcción del Tren Eléctrico. Muy astutamente y, posiblemente, con la ayuda de Fujimorí, se asiló en Colombia; esperó hasta conseguir que la acusación por los delitos, de los que era acusado, prescribieran. Este mismo señor presidente, cuando se hizo del poder, la primera vez; dijo públicamente: “mis únicas propiedades, son mi casa en Chacarilla y (mostrándolo) este reloj pulsera, que heredé de mi padre”. Luego, por fuentes periodísticas nos hemos enterado de la propiedad que posé en la mejor zona de Paris, Francia; donde vivió durante diez años, con esposa y varios hijos; sin ocupación conocida. Como decía el cholo Loza “¿de donde michi”, salió la plata? Para el pago de todo esto, más la educación de lo hijos; en colegios carísimos- Yo, y perdonen que escriba en primera persona, trabajé durante 40 años, casi a diario 12 horas y muchísimas veces 20 y solo he podido enviar, a mis hijos a colegios y universidades públicos. ¿Cómo la ven?. Ahora, entiendo porqué la acusación del presidente Hugo Chávez (lo llamó “ladrón de cuatro esquinas”) nunca fue respondida. Ahora, con lo acontecido con ese sinvergüenza, que García llamó “rata inmunda, que antaño lo acompañó en el negociado de los Mirage vuelve a dominarnos la indignación, por haber elegido a este señor; como nuestro presidente. Muchos periodistas honestos, lo dicen sin ambages y gran porcentaje del pueblo lo dice a sotto voce. Sobre todo, luego de leer la carta escrita por León Alegría en la que, muy sutilmente, amenaza a las cabezas de su partido; que tienen techo de vidrio
Aquí, en Lima Perú; existe un diario, “El Comercio” que se auto califica decano de
No hay comentarios:
Publicar un comentario