lunes, 3 de marzo de 2008

DIVAGACIONES DE UN EX HORTELANO

El presidente del Perú, don Alan García Pérez en su escrito del último domingo en el diario “El Comercio”, dice de lo hecho y de lo que falta para terminar con la pobreza. Allí nos habla de millones y millones de soles, que su gobierno gasta en una serie de programas a favor de los pobres: Juntos, Pronaa, Lucha contra el analfabetismo, Agua para todos; etc. Yo me pregunto, y bueno sería que lo explique algún ministro, ¿cuánto de este dinero, se gastará en París o en Miami? ¿Llegaran, todos esos millones, a su verdadero destino?. Ahora bien señor García, que bueno para el país, que al fin, usted haya comprendido que para nuestro desarrollo económico, no podemos prescindir de las trasnacionales y que es deber de todos, atraer las inversiones. Sin embargo, digo yo, para ello primero debemos acabar con la corrupción, en todos los estratos del gobierno; destruir, de una vez por todas, al narcotráfico y el terrorismo y la delincuencia creciente, en nuestras ciudades. Ya, en el pasado, se han ido del país, empresas de primera línea como SEARS ROEBUCK; alarmados por el terrorismo que, en su anterior gobierno, usted no pudo o no supo controlar. Estamos a tiempo de cambiar al ministro del interior, que hasta el momento va de fracaso en fracaso. Busquemos, para ese puesto, una persona idónea: Un patriota, con don de mando, carismático y honradez a toda prueba. En lo referente a Educación, ustedes los apristas siempre han pregonado “educación gratuita para todos y a todo nivel”. Bueno, eso parece magnífico, para ganar el voto del populacho; pero nunca tienen un plan para conseguir, como lo hace un buen padre de familia para dar instrucción a sus hijos; las fuentes de financiamiento, para sus programas gratuitos. ¿Qué y cómo hacerlo? Justo, para eso son gobierno; en ochenta años en la política algo deben haber aprendido. Ahora bien, gobernar no es solo aplicar paliativos y soluciones cortoplacistas, como dicen los analistas políticos, sino que, también, es hacer obras para el futuro: Ferrocarriles a la selva, modernizar los puertos, construcción de represas para regadío y para la generación de energía eléctrica; etc, etc. Para todo eso, existen en el mundo empresarios que a cambio de años de explotación, arriesgan su dinero; convoquémolos. Ojala la mentalidad aprista haya cambiado; porque en el tiempo del General Odria, que sí hizo obra, llamaron al, hoy, “Hospital Rebagliati” “elefante blanco”. Ahora es una pequeña ratonera; ¿Verdad?.

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