En el anecdotario político del Perú hay personajes de toda laya. Todos, sin excepción, parecen vivir sedientos de poder y de “figuretismo”. También, y por lo general, no son consecuentes con lo que predican. Por logros pequeñísimos, enlodan sus apellidos y su carrera política. Ejemplos: El actual Ministro de Defensa, que decía que don Alan García Pérez en lugar de ocupar el Palacio de Gobierno, debieras ocupar el Palacio de Justicia para responder por ciertos delitos y ahora…se subió al carro de Alan. El jefe máximo del APRA, don Víctor Raúl Haya de la Torre, fue perseguido por don Manuel Prado, durante su primer gobierno; luego “fundaron” el Apro-Pradismo. Este mismo señor, fue vilipendiado al máximo exponente del deshonor, se le quitó la nacionalidad y se le tuvo encerrado, por años, en la Embajada Colombiana; durante el gobierno de Manuel Odría. Años después, formaron la alianza Apro-Odrísta. Como estos, hay cientos de casos; que me hacen preguntar ¿Los políticos peruanos, tendrán conciencia de lo que hacen?. En estos días es motivo de chismes, en los cafés y corrillos políticos el comportamiento de un congresista “entrado en años”, que habla como “metralleta”, experto en soltar latinajos, ex premier del japonés Fujimori y que alguna vez, escuché por allí, fue aprista rebelde y consejero del guerrillero Luís de la Puente Uceda y además, un poco antes de la elección de Garcia Pérez, pedía juzgar a este; por ladrón y otros delitos y que a pesar de su condición de abogado constitucionalista, (por lo tanto conocedor de nuestra Constitución Política) quiere renunciar a ser congresista. ¿Se le habrá secado el cerebro? Esta conducta, será síntoma de la arteriosclerosis que debe estar padeciendo? Ustedes…¿Qué piensan y que opinan?
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