En el juicio al extraditado Fujimori ya se viene desarrollando, como lo dije al principio, la táctica de su defensa: Desconocer los hechos y negarlo todo, a rajatabla. En los planes de la defensa, está incluida la actuación del hijo menor del ex dictador; un joven, al parecer, desadaptado e impetuoso; tratando de ganarse el favor público diciendo tontería y media; además las declaraciones del jefe del grupo de aniquilamiento, conocido como “Grupo Colina” y de su segundo al mando, terminan dándonos la razón. Demás está decir, que deben estar moviéndose ingentes cantidades del dinero que el ex dictador, recolectó desde el principio de su gobierno, con la venta de la ropa usada donada por sus paisanos y denunciada por la señora Susana Higuchi; los dineros proveniente de la venta de las empresas, patrimonio de todos los peruanos y lo que debe haberle correspondido de las sumas, que recaudaba su socio, Montesinos. (Recuérdese el caso del narcotraficante “Vaticano” y otros más, la droga en el avión presidencial; etc, etc.) Los testimonios de Martín Rivas y de Pichilingue, ¿pueden ser sinceros? A todas luces, no. Son gente preparada para engañar, mentir y matar; además, han jurado una lealtad a prueba de balas (¿forrados con dólares?) a sus superiores. El día viernes 22 de febrero, Pichilingue se presentó ante
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Hace 7 años
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