EL PANICO DE LOS PODEROSOS

Estamos a 48 horas del día electoral en el Perú. Los grupos de poder, están dominados por el pánico, El grupo de “EL COMERCIO”: LAN y otra decena de negocios; están empleando a sus periodistas y entrevistadores de TV, (plumíferos y “charlatanes” de alquiler) con todo su potencial. Hasta han traído, desde Miami, “gusanos” venezolanos, que en las radios y televisoras limeñas; andan despotricando del gobierno de Chávez, pretendiendo con ello restarle votos a Ollanta Humala y lo único que consiguen, con estas maniobras, es incrementar los votos de este candidato. ¿Cómo así); pues el pueblo ya no es tonto y se pregunta ¿ Por qué actúa de esta forma, la clase dominante; no será porque teme perder sus privilegios? Y…acierta. Ollanta Humala ha prometido acabar con la corrupción y también, un nuevo orden, en la distribución de permisos, en la radio y la TV. Los poderosos tienen dos candidatos,que siempre estarán a su servicio: Toledo, ese borrachín (irresponsable hasta para reconocer a su hija) mentiroso, de lenguaje procaz, que le dijo a Bush, “Usted, señor Bush es el Llanero Solitario y yo, soy su indio”, ¿ se puede ser más servil que este candidato con alma de lacayo? Y nosotros, los peruanos, ¿permitiremos que sea, nuevamente, nuestro presidente, este fantoche?.
El segundo candidato de los poderosos es PPKK; ese “gringo” con cara de mongo y hablar gagueante. Se ha querido ganar a los electores de la selva contándoles que su padre se “sacrificó” como médico en aquellos lugares. Según escuché a un anciano, en una peluquería, la realidad es otra. Diz que el papá PPKK, se refugió en la selva huyendo de los nazis; que no podían ver a los judíos, ni en pintura. Aquí PPKK, hijo, fue ministro de Belaunde y de Toledo. Nunca hizo nada a favor del pueblo peruano; hizo todo lo contrario. Indemnizo a las empresas que el general Velasco había nacionalizado, negoció entre muchas otras cosas, el gas de Camisea, el aeropuerto Jorge Chávez; por supuesto, con mucha ganancia para su persona. Es un “lobista” recontraconocido, que jamás tuvo vocación de servicio a favor del pueblo. En una palabra, ES EL LOBO, QUE SE HA PUESTO LA PIEL DEL CORDERO.