EN EL PERU: ¿GOBIERNO?... ¿CUAL GOBIERNO?

En el Perú la situación política está como la caldera del diablo, candente y a punto de estallar. Puede decirse que no hay región donde el orden público no esté pronto a quebrarse. Todo ello, debido a la mala conducción gubernamental del presidente y su gabinete de ministros. García Pérez, en su anterior gobierno condujo al país a una debacle económica sin precedentes; la inflación llegó al 2,000%. Entonces, según los principios de su doctrina partidaria, el señor era antimperialista yanqui a ultranza. En la actualidad, ha dado un giro de 180 grados y parece gobernar con órdenes de Washington. No tiene el mínimo criterio político para elegir a sus ministros, escoge a los más incapaces; ejemplos, los de Defensa y la del Interior. Cualquier individuo, que se le acerque a decirle que lo apoya incondicionalmente al día siguiente, es nombrado ministro; ejemplo, el actual de Vivienda. En la Amazonia se han producido 39 muertos, en el inútil enfrentamiento entre policías y nativos; y no hay ningún responsable político, por tal hecho. A pesar de haber sido interpelados en el Congreso, ninguno de los ministros, a todas luces responsables, ha tenido la decencia de renunciar. Sin embargo, cuando la actual ministra era opositora al gobierno de Toledo y se produjo la muerte de policías en Andahuaylas, gritaba desaforadamente pidiendo la renuncia del ministro, de entonces y ahora que le tocó el turno, se hace “la burra” y dice que ella “no disparó ni un tiro”. Con políticos, así de irresponsables, el Perú está fundido. Ahora bien, ¿Qué dice García Peréz? Pues, como en el caso de las ratas de los petro-audios, se lava las manos y culpa a una “conspiración internacional que quiere crear el caos en el país”. No nombra a los responsables de tal conspiración; la opinión publica se exprime los sesos por adivinar, quienes son tan tremendos canallas. ¿Será Hugo Chávez, que alguna vez llamó a García Pérez, “ladrón de cuatro esquinas” o tal vez, será Evo Morales, que le llama “chabacano”… ¡Adivínenlo!