viernes, 3 de abril de 2009

FUJIMORI, MENTIROSO PATOLOGICO

El japonés Fujimori equivocó, totalmente, su defensa; lanzó un mensaje político. Su público, el de siempre: sus hijos; la heredera política con ese rostro inexpresivo, que semeja una papa y el otro muy parecido a un “pitbul” solo que, un poco mas feo. El populacho, pintarrajeado y luciendo polos de color naranja, gritaban desaforadamente consignas dadas posiblemente, por las “Geishas”, “Sarabá” o el “Mapache”; servidumbre del reo. La muchedumbre, traída en omnibuses de los barrios marginales (previo soborno, estilo “chino”). Ninguna de esta gente, al ser entrevistados por los periodistas, sabía ¿por qué Fujimori estaba siendo juzgado? El acusado, dijo que se metió a la política para salvar al Perú, que los políticos tradicionales, lo habían arrojado a un abismo, que el país se hallaba en quiebra. Yo le pregunto a este mentiroso patológico, ¿y los dineros, de todas las propiedades que recuperó Velasco, a donde se fueron? Este sinvergüenza, no ha industrializado el Perú ni ha construido algo importante. El dinero que sacó a flote nuestra economía, salió de la venta de minas, las Empresas Eléctricas, La Empresa Teléfónica; etc; etc. y todavía sobró para que se robaran él y sus cómplices. El japonés, se metió a la política, como lo dijo su ex esposa, por ambición, no una ambición sana sino esa, que lleva al latrocinio. Esta es la verdad y el tiempo, lo ha demostrado y se aclarará mucho más; cuando se realicen los próximos juicios. A continuación, como un detalle informativo, copio literalmente la opinión profesional del doctor Enrique Galli, psiquiatra de reconocida trayectoria; en nuestra ciudad.

“Como piscopatólogo con 38 años de experiencia veo en este discurso a un egocéntrico, que se vanagloria como político, que cree ser perfecto, que no pide disculpas y que no tiene remordimientos. Es un hombre endiosado que se autoelogia constantemente, que dice haber gobernado desde el infierno y que se presenta como un fanático con rasgos histriónicos. No es para nada autocrítico.

Alberto Fujimori se cree Napoleón, no hay vuelta que darle. A diferencia de lo que ocurre con Montesinos, a quien yo considero un psicópata burdo, Fujimori es un psicópata fino que durante su discurso trata de manipularnos con sus actos conscientes. Por ejemplo, cuando habla de su presión alta y exhibe sus pastillas en la mano o las coloca sobre el podio desde el cual habla. Y todo para que uno se compadezca de su estado, cuando se ve a un hombre de perfecta salud mental y física. De otro lado, Fujimori- quien tiene una inteligencia normal, que siempre lee discursos ya escritos y tiene un castellano peculiar- presenta un resentimiento social patológico y él mismo lo cuenta cuando dice que fue relegado y maltratado cuando fue niño y luego cuando postuló a la presidencia (en 1,990) Y todo eso por ser “chinito””. Fujimori, dice que él fue el único presidente que visitó los pueblos más alejados, en la sierra y selva. Eso es verdad; pero él, iba allá huyendo de las reuniones sociales; a las que todo presidente es invitado. Este acomplejado y resentido social, era incapaz de reunirse con gente culta y de trato fino. El, porsupuesto, jamás admitirá tal verdad.

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