Desde que tengo uso de razón los gobernantes del Perú, de una u otra forma; posiblemente como estrategia, han engañado al pueblo con acciones populistas. La más socorrida, es la alfabetización; verdaderamente, sería una bendición del alto cielo que todos los habitantes de mi país, supieran leer y escribir. Pero, que entiendan lo que leen y escriban lo que realmente piensan. Personalmente creo, que además de enseñárseles a leer y escribir a los campesinos mayores de edad, debiera enseñárseles a mejorar en la actividad en que se encuentran inmersos, de otro modo es crearles necesidades, que su paupérrimo ingreso no podrá satisfacer; pues los libros, son muy caros. En pocas palabras, quiero decir; al agricultor enseñarle a mejorar su tierra, utilizar mejores semillas, a mejorar sus viviendas, hábitos de higiene y a socializarse. Lo mismo, debiera hacerse con los ganaderos, cuidar mejor de su ganado, construir galpones y refugios para proteger de la nieve a sus animales, viviendas más abrigadas para ellos; etc. etc. No hay invierno, en Puno y otros lugares de nuestra sierra, donde por dejadez, se viven situaciones críticas. Por otro lado, a los niños, del campo, no debieran hacerles perder el tiempo, enseñándoles asignaturas que jamás les serán útiles. Ellos, deben aprender algo que les permita ganarse la vida, un oficio; por ejemplo carpintería, zapatería, agricultura y ganadería. Señores, del ministerio de Educación… ¡Déjense de engañar, con el cuento de las lap-tops y sean más prácticos!
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