Dentro de la estrategia de la defensa de Fujimori; está, como ya lo dije en una ocasión anterior, el desacreditar a los testigos claves como el general ® Rodolfo Robles Espinoza; quien, en su momento, denunció al grupo Colina y pidió, al hoy acusado, investigar el caso; recibiendo a cambio denuestos y maltratos. Ahora bien, como esto no les da resultados, recurren a la compasión que pueda despertar la salud del reo; en los jueces y en opinión pública. ¿Quién inventa tales estrategias? Posiblemente, los mismos que le hicieron abandonar su cómoda y segura guarida en el Japón, prometiéndole un ingreso triunfal por Tacna, en hombros de cien mil peruanos: publicistas fracasados y otros políticos de ocasión, soñando con hacerse ricos a la sombra del japonés. Como dicen los señores Fernando Vivas y Juan Paredes Castro, en sus respectivas columnas del diario “El Comercio”; esto, no es mas que un bluff de la desconcertada defensa del ex dictador, que quiso eternizarse en el poder, a base de mentiras, latrocinio y prepotencia.
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Hace 7 años
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