El Perú, es un país lleno de contrastes y de estupideces; juzguen ustedes: Tenemos un presidente de la República poseedor de un ego, del tamaño de una catedral. Habla, como esos charlatanes de feria, mucho y no dice nada… bueno. Empezó, como protegido de Haya de la Torre, de quien aprendió “el arte” de la engañifa y el subterfugio y dicen, que de joven, se ganaba los frijoles, cantando, de mesa en mesa, en los cafés de Paris y posiblemente allí, aprendió el arte del birlibirloque con el aquí, alcanzó la presidencia y… por dos veces. La primera vez, su gobierno fue escandaloso, el peor de la historia peruana; al irse, nos dejó con una inflación del 2,000%. Entonces, nadie creyó que se le volviera a elegir; sin embargo gracias a sus habilidades de “vendedor de sebo de culebra” y a otra de las estupideces, que cometemos por acá es, de nuevo, nuestro presidente. Falta un mes, para que deje el puesto y como corolario a sus locuras; nos va a dejar, en el Morro de Chorrillos, un colosal monumento, (posiblemente en honor al APRA, por todo lo pregonado en 48 años y no haber cumplido, siquiera, una de sus promesas) a la estupidez humana: unamala copia del Cristo de Corcovado de Río de Janeiro; que aquí el pueblo, con su sabiduría, ha bautizado como “El Cristo de lo robado” ¿Por qué? La respuesta ya la dio Alan García, “cuando se es presidente, la plata llega sola”.
En contraste con algunos buenos y honrados periodistas, tenemos una legión de periodistas serviles; que no dudarían en calumniar a su propia madre, si la paga fuera buena. Si no me creen, pregúntenle a Jaime Bayly, a Lucar y decenas mas. Ahora bien, estos individuos imitando a ciertos políticos perdedores; ya están buscando acomodarse con los ganadores;no tienen ni una pizca de vergüenza y… a la decencia, ni la conocen.
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Hace 7 años
