PERU. PAIS LLENO DE CONTRADICCIONES

Como todos sabemos, el Perú es un país de culturas muy diversas; durante la época colonial, casi 300 años, y los primeros 150 años de la era republicana hemos sido gobernados por grupos de poder, político y económico, nada nacionalistas. A principios de los setenta del siglo pasado, con el gobierno del general Velasco Alvarado; esta situación ha cambiado. Ya tuvimos dos periodos de gobierno aprista, diez años fuimos gobernados por un japonés, mentiroso y abusivo; también nos ha gobernado un nativo borrachín, que amenaza con volver a la presidencia. Digo todo esto, para que se entienda que aquí, todo puede pasar. Ejemplos: Rechazamos a dos excelentes candidatos a la presidencia de la república, dos hombres inteligentes y de gran cultura: Javier Pérez de Cuellar y Mario Vargas Llosa. Que en cualquier otro lugar, habrían sido elegidos sin oposición alguna, menos en el Perú; la tierra de lo contradictorio y de la sin razón. Personalmente, creí que los jóvenes aprenderían a distinguir lo bueno de lo malo y, me he equivocado totalmente. Los jóvenes de ahora, no tienen opinión propia y se dejan arrastrar de las narices, por los encuestadores o por cierto degenerado, que entornillado frente a una cámara de televisión, noche a noche les lava el cerebro y de pasadita, hace apología de su condición de homosexual. (a propósito, los canales de TV, están llenos de homosexuales; la mayoría de ellos, exhibicionistas y desvergonzados. ¿Será por que cobran menos, que los heterosexuales?).
Aquí, en nuestro Perú, saber los resultados de unas simples elecciones municipales parece que van tomar un mes; con computadoras de ultima generación y todo eso. ¿Cómo la ven? Nuestro actual alcalde, magnífico administrador, está “modernizando” la ciudad, con vías rápidas, pasos a desnivel, puentes, tren eléctrico, construcción de parques; etc. Este señor sería un buen presidente de la república y parece ser que su postulación, a dicho cargo, es inminente. También la hija del delincuente japonés, será otra de las candidatas; es posible que por allí salga algún “outsider”, como llaman los críticos de la política, al desconocido, que sin mérito alguno, llega a la presidencia; así ocurrió con Fujimori y Toledo. Ahora bien, ¿quién paga a los encuestadores (y al depravado de marras) para inclinar la balanza a favor de alguno de los candidatos? Por lo pronto, el segundo de los nombrados ha empezado a reventar cohetes en favor de la hija del tirano japonés y posiblemente empiece a demoler a Castañeda y otros candidatos, con más méritos que la Fujimori.