La medicina, al menos aquí en el Perú, es una profesión muy difícil de aprender y mucho mas dificil de ejercer. Su costo es elevadísimo: muchos años de estudio, pago a universidades que la enseñan, libros, instrumentos; etc. Con mucha propiedad se dice, de la medicina, que es un apostolado y hoy, como nunca, estos apóstoles vienen siendo maltratados y hasta crucificados; por un ministril que por el adornito que lleva, a manera de obispo, hace dudar de su hombría. Al margen de su figuretísmo, este " señor" ¿es médico?, ¿administrador hospitalario?. Nada de eso, dicen que se gana la vida haciendo dibujitos animados; eso sí, es aprista y en este momento, en nuestro país, con eso basta para ser ministro. La razón, de mi protesta, es que este ministril viene humillando a los médicos, que dan lo mejor de sí, trabajando en ambientes inadecuados, sueldos miserables, con instrumentos viejos y hasta sin ellos. Lo justo sería, que un ministro se dedique a mejorar las condiciones de salubridad en los hospitales, dotarlos de instrumentación nueva y moderna; pero sobre todo de medicina para los enfermos. ¿ Qué busca este señor, con vestimenta de sacerdote griego? Posiblemente figuretismo; ya hace mucho tiempo, en el programa de don César Hildebrand, estuvo mendigando entrevistas; intentando hacerse político conocido. Hoy, dañando al gremio médico, lo ha conseguido. Ya es conocido, pero... como exéntrico payaso. Termino invocando al señor García, que bote a este pobre hombre y nombre un verdadero Ministro de Salud.
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Hace 7 años
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