miércoles, 26 de septiembre de 2007

Reflexiones

El objetivo de este blog, es plantear un tema. El tema, en cuestión, podrá ser de cualquier índole: Político, religioso, histórico, científico, literario, musical; etc. etc. Igualmente, podrá ser relativo a cualquier país (el Universo, si se quiere) y época de la historia: desde la edad de piedra hasta de siglos después, de nuestro tiempo. Puesto el primer tema en la “mesa de debates” yo haré mis reflexiones acerca del mismo. Quienes tengan la amabilidad de leerme, pueden rebatir mis opiniones o darme la razón, parcial o plenamente. Por supuesto, que todas las respuestas las daré a conocer. La idea, es sacar conclusiones valederas. A los ínternautas que participen en estos debates solo les pido sinceridad en sus opiniones; utilizando palabras simples y pocas citas de grandes pensadores; además de brevedad, al exponer sus argumentos. Sabemos bien, que no toda la Historia dice la verdad y aquí, diremos lo que pensamos.

El primer tema que planteo, para reflexionar, es el siguiente: Si ustedes han escuchado o leído, algún discurso del presidente de Venezuela; el señor Hugo Chávez; habrán notado que menciona a Simón Bolívar una y otra vez , para él, dicho personaje, es lo máximo; poco falta para que lo ponga a la altura de Cristo. Ahora bien, ¿fue el libertador, tal cual lo dice el señor Chávez y también algunos historiadores?. ¿Qué lo llevó a actuar, como lo hizo? ¿Quiso ser el Napoleón de América? Discutamos sobre todos los vericuetos del tema, personalmente, sin ánimo de menoscabar su grandeza y como peruano que soy, he reflexionado respecto a lo que hizo en mi patria, y mis conclusiones son estas tres perlas: a).- Perú, antes de la llegada de Bolívar era, en extensión territorial, mas del doble a como es hoy en día. Pienso, que la vanidad le hizo crear Bolivia de lo que era el Alto-Perú. b) Para favorecer a la Gran Colombia, nos despojó Guayaquil y otras tierras. c) Al irse, nos dejó un país quebrado y sumido en un tremendo caos político y social.

El debate está abierto y yo, esperando sus reflexiones, quedo a vuestras órdenes.

Abermorales